martes, 7 de junio de 2011

Experiencias Olfativas en los Hoteles del Mundo

El buen olor, atrae huéspedes

Cecilia Galbraith salió del ascensor del Hotel Mandarin Oriental Miami y de inmediato percibió el aroma de una tendencia en la mercadotecnia del sector.
“Era incienso”, dijo Galbraith, de Orlando, que pasaba sus vacaciones en Miami, notando la atmósfera zen del aroma y el corredor poco iluminado. “Bromeábamos sobre la serenidad, que es la imagen de este hotel, serenidad y calma”.
La quema de incienso en el Mandarin Oriental dos veces al día es parte de la rutina del hotel desde su inauguración hace unos 10 años. La práctica —a veces con velas, más veces con difusores de olores— se ha popularizado a medida que las grandes cadenas hoteleras de todo el mundo han adoptado olores distintivos y nuevos hoteles agregan los aromas a sus esfuerzos de comercialización.
Miami Beach será el centro de la industria de la comercialización aromática a finales de este año, cuando la ScentWorld Expo —celebrada por primera vez en el 2008— tiene previsto reunirse en el Gansevoort.
Los hoteleros crean olores distintivos para ayudar a establecer un estado de ánimo que dé la bienvenida a los huéspedes, pero también para establecer un vínculo profundo y subliminal que imprima la marca de su hotel en la memoria del huésped. A diferencia de una perfumería, la experiencia aromática en la mayoría de los hoteles es sutil.
De modo que una escala en el Ritz-Carlton de South Beach incluye aromas de mango y durazno. En el caso del Gansevoort de Miami Beach, el olor es a té verde, “elegido por su aroma relajante, sensual y atractivo internacional”, según el hotel.
Adoptada fuera del sector hotelero por vendedores minoristas, casinos, concesionarios de automóviles e incluso algunos hospitales (que esparcen un tranquilizante perfume de lavanda en las salas de emergencia), la comercialización mediante aromas es una industria multimillonaria que debe seguir creciendo.
“Todo el mundo está inundado de estímulos visuales y auditivos”, dijo Steven Semoff, copresidente del Instituto de Mercadeo Aromático , un grupo con sede en Scarsdale, Nueva York. “El sentido del olfato está conectado directamente con las emociones. Cuando usted huele algo, le provoca un recuerdo o una emoción”.
Cuando Chris Tompkins y sus colegas se preparaban para lanzar B Ocean Fort Lauderdale, que se inauguró en enero, se sometieron a un extenso proceso olfativo para decidir cómo debía oler el vestíbulo.
“Vivimos en un entorno con brisa marina. ¿Cómo podemos capturar esa brisa del mar con una frescura que no huela francamente a pino o antiséptico, y que no huela a colonia?”, preguntó Tompkins, vicepresidente de B Hotels & Resorts.
El resultado es una combinación de tomillo, té blanco y hierbas, dijo Tompkins, que ha resultado ser un éxito entre los huéspedes. Tomkins dijo que la marca incluirá aromas distintivos en cada hotel.
Aunque algunos hoteles y casinos usan fragancias desde hace más de una década, muchas cadenas hoteleras han adoptado la comercialización mediante aromas más recientemente. Starwood lanzó fragancias distintivas para varias de sus marcas, como Aloft (cítrico-floral), Westin (té blanco) y Element (té verde y hojas de abedul con manzana verde, menta y jazmín), en el 2006. Four Points by Sheraton les siguió en el 2009 con un aroma que huele, según un representante, a “campos frescos después de una tormenta de verano”.
Kimpton’s Epic, en el centro de Miami coincide en el predominio del olfato con otros hoteles en el campo de las boutiques: aromas de cítricos, pimienta negra, clavo y té verde. Eric Jellson, director de ventas y mercadotecnia, dijo que la compañía “vio que había una verdadera conexión emocional con sus huéspedes si los hoteles trasmitían un olor similar dondequiera que estuvieran en el país”.
Aunque las habitaciones y los ascensores en el W South Beach comparten el aroma de los otros hoteles W, el vestíbulo tiene una esencia de gardenia que es única de Miami Beach. http://www.elnuevoherald.com/