lunes, 4 de marzo de 2013

¿A qué huele tu marca?

En el post de hoy intentaremos dar respuesta a esta pregunta: ¿A qué huele tu marca?

Posiblemente es difícil encontrar las palabras para definir a qué huelen diferentes marcas con las que estamos familiarizados pero estoy convencida de qué muchos de vosotros cuando os cruzáis con cierta olor, ésta os hace recordar alguna experiencia pasada, ya sea una persona, un lugar, etc. Pues bien, esto ni más ni menos es en lo que consiste el marketing olfativo.

Como bien dice un post de marketing directo, hoy en día estamos totalmente saturados de anuncios por TV, Rádio, internet, teléfono móvil... y por esta razón que el marketing necesita crear nuevas formas de impactar y posicionarse como marca, y el olfato es ideal para ello. Además estamos hablando de una tipología de marketing que no controlamos, ya que es capaz de impactar en nosotros de forma inconsciente. De ahí, que no podemos dejar escapar el potencial de esta variante del marketing.

Si estamos pensando en potenciar nuestra marca no podemos eludir las estrategias que nos ofrece el marketing olfativo. Para poder conseguir nuestra olor a marca no basta en escoger un olor al azar sino que debemos estudiar bien el aroma que tiene que desprender nuestra marca, és decir, su odotipo personal. Claro esta que hay que escoger un olor que se adapte a nuestro target de audiencia, que despierte emociones y sentimientos entre nuestro público. En definitiva que genere una experiencia a nuestro cliente.

Uno de los ejemplos que me viene a la cabeza para poder ilustrar lo explicado anteriormente es el caso de las cafeterías Starbucks, firma que ha reinventado el concepto de cafetería.




De hecho, el olor que desprenden las tiendas-cafeterías Starbucks hace que a quien no les guste el café acabe por consumir una de sus muchísimas variedades o simplemente que después de haber vivido una experiencia en una de sus franquicias, al percibir el olor a café nos venga a la memoria la marca Starbucks.

O otro ejemplo es el protagonizado por el Hotel Le Meridièn, en la India. En este establecimiento, por ejemplo, han sabido recrear en el ambiente un olor a libros antiguos y pergaminos. Aromas que nos hacen pensar aspectos totalmente relacionados con la cultura, conocimiento, historia, etc.