viernes, 9 de diciembre de 2011

El perfume en el cerebro


Así es como percibimos los olores y nos afectan en el cerebro.

Los olores tienen efectos que escapan a nuestro control consciente, de tal manera que pueden evocarnos sensaciones o incluso estados de ánimo. Es posible reconocer espacios cerrados, lugares o calles, o incluso personas con solo un buen olfato.

El olfato es un sentido excepcional por múltiples razones. Una de ellas es que sus nervios conducen la información directamente de la nariz hasta la amígdala, el centro emocional del cerebro. Esto es una herencia de nuestros antepasados para los que la respuesta a los olores podía significar la vida o la muerte.

Las señales de las fragancias también alcanzan las neuronas del hipotálamo, zona que regula las conductas maternales y sexuales, como la respuesta de lucha o huida. Por eso algunos aromas pueden acelerar el ritmo cardíaco de manera inmediata, pueden asustarnos, intrigarnos, incluso reconfortarnos o transportarnos en escenas vividas pasadas en el pasado.

Es el sentido más rápido en madurar, mientras las palabras y las imágenes suelen asociarse con recuerdos de la adolescencia y al principio de la vida adulta, normalmente las fragancias evocan episodios sucedidos antes de los diez años. La primera vez que se asocia un objeto, un lugar o una persona a un efluvio concreto se crea una huella casi imborrable en el cerebro.

A partir de entonces, el hipocampo compara cada fragancia con su banco de memoria para determinar si le resulta familiar y que recuerdos relacionados con él deja pasar al pensamiento consciente.

Los expertos en el llamado Neuromárqueting ya están aplicando el hallazgo para aumentar las ventas de automóviles, zapatos, prendas de vestir y otros artículos.

La fragancia de la flor de jazmín posee efectos similares a ciertos fármacos: alivia la ansiedad y promueve el sueño. A nivel cerebral, actúa en la sinapsis o conexión entre las neuronas potenciando la acción de neurotransmisores con efectos inhibidores. Científicos germanos obtuvieron de este aroma un efecto sedante cinco veces más potente que el de los barbitúricos.

La fragancia del miedo. Sensaciones al oler.Un estudio realizado por la científica Mujica-parodi demuestra que los olores modifican el comportamiento humano.Reunió a algunos voluntarios y les hizo oler unas ropas de personas que se habían tirado por primera vez en paracaídas, y luego les hizo oler el sudor generado por los mismos individuos tras hacer ejercicio cómodamente. Así descubrió que el rastro de la experiencia paracaidística activaba partes del cerebro asociadas con el miedo.De la misma manera, Katie Liljenquist, de la universidad de Birgham, Utah, demostró que estar en un ambiente con olor a limpio puede hacer que un sujeto actúe de manera más ética.

Aromas sin fronteras. La determinación de las fragancias.Resulta evidente que el cerebro es extremadamente sensible a los aromas. Está demostrado que nuestra afinidad a una fragancia u otra está determinada biológicamente. Al común de los mortales nos atraen especialmente los perfumes naturales de la lima, la naranja, la menta y el melocotón.De alguna manera, también se dice que es posible oler a través de los oídos así como de los ojos.Por otra parte, el olfato anda siempre a la caza de novedades, de manera que los receptores dedicados a tal fin son fásicos, es decir, se disparan cuando reciben por primera vez un estimulo olfativo, pero se desactivan si el olor es constante, de esta manera el cerebro deja de estar alerta cuando, por ejemplo, nos ponemos el mismo perfume cada día.

Anima tu libido. Chanel nº5.En una cita normalmente se busca atención aprovechando la vestimenta, el maquillaje o el perfume, por ejemplo, para conseguirlo.¿Hasta que punto surgen realmente efectos los perfumes a la hora de ligar?Un grupo de investigadores coreanos expuso las narices de ocho varones a la fragancia de Chanel nº5, los científicos comprobaron que mas de la mitad de los participantes se excitaba sexualmente tras solo 30 segundos de inhalación tras analizar la respuesta cerebral con ayuda de resonancias magnéticas. De la misma manera otros olores pueden surtir el efecto contrario.Una curiosidad en la capacidad de oler el olor es que los hombres tras perfumar a otro individuo ya no intuye el olor corporal, en cambio una mujer, aunque se rocie al hombre con 30 fragancias, ella continua oliendo el sudor. Así pues se determinó que tales diferencias se deben a que al olfato de las mujeres está configurado para captar información en el sudor que le ayude a elegir pareja de calidad.

vía: http://rouraida.wordpress.com