martes, 12 de julio de 2011

Odotipo, el sello olfativo de las empresas




La competencia empresarial abre nuevas vías de promoción para persuadir al público objetivo, más aún en tiempos de crisis donde una estrategia de marketing distintiva puede ser clave para afianzar la imagen corporativa.
Muchas empresas ya comienzan a aprovechar los beneficios del marketing olfativo como una estrategia potente de captación de clientes. El odotipo es la seña de identidad que utilizan las marcas o empresas para ser representadas a través de un estímulo sensorial olfativo. La necesidad de recurrir a esta original estrategia de marketing radica en la fuerza que crea en las personas la memoria olfativa, ya que un olor percibido por primera vez es procesado por el cerebro para ser recordado toda la vida siempre que se vuelva a sentir en cualquier lugar. Según un estudio de la Universidad de Rockefeller podemos recordar el 35% de los olores que percibimos.
La facilidad para recordar olores que nos evoquen una etapa, situación o elemento concreto, está siendo aprovechada por las empresas para crear impacto a través de un olor en futuros consumidores. Si creamos una imagen positiva en nuestro cerebro al percibir un olor, siempre que lo volvamos a sentir lo identificaremos con la marca que en un primer momento nos haya producido ese golpe sensorial.
Según el mensaje que quiera ser transmitido por una marca, la esencia aromática irá acompañada de características muy particulares; para ello el departamento de marketing ha de trabajar conjuntamente con especialistas que complementen su trabajo analizando los factores aromáticos que más acorde puedan ir con el público objetivo.
Las empresas pueden atraer mediante un aroma corporativo de diferentes maneras, algunas de ellas son las siguientes:
- Merchandising impregnado del olor y material identificativo de la marca que contenga el aroma corporativo, promovido entre el público objetivo y los clientes. Un ejemplo pueden ser almanaques, imanes o bolígrafos que contengan el olor corporativo.

- Folletos, flayers y demás material de papel que contenga la esencia corporativa.

- Presencia del aroma corporativo en la empresa y en lugares donde se promueva su marca, ya sean stands, tiendas, oficinas, fábricas y demás sucursales.

- Elementos decorativos que se encuentren en la empresa y evoquen a la marca mediante el olor, como por ejemplo los mikados.

Un odotipo bien implantado como imagen corporativa puede servir como una fuerte vía de fidelización para los clientes debido al potente poder de seducción e impacto social que pueda producir, pero no debemos olvidar que si no es asimilado positivamente por el público podría dañar la reputación de la marca, en cuyo caso sería muy difícil borrar la imagen que desee transmitirse. Por ello, la incorporación de un odotipo como estrategia de difusión de la imagen empresarial debe ser analizada previamente con total precisión.